darle paso a la primavera. Es hora de dejar que todo florezca.
Es hora de dejar que la vida, que estaba
escondida esperando que pase el invierno,
pueda surgir con toda su fuerza vital.
Es tiempo de salir de la oscuridad subterránea
a la luz de la superficie, es tiempo de renacer.
Como la primavera, renovarse, volver a nacer,
salir del capullo, abrir los pétalos, asomar al sol,
que el calor te tome el cuerpo, el alma. Calzarse
las sandalias, volver a los colores, estremecerse
con las flores silvestres, mirar admirado una rosa
fresca, es tiempo de dejar los abrigos, de guardar
el invierno, de olvidar las flores marchitas.
El invierno es poderoso, un asesino letal. Pero la
primavera es rebelde, es revolución, es fuerza vital
que se abre paso a las fuerzas. El invierno es acción
, pero la primavera es reacción.
Para que llegue la primavera primero hay que atravesar el invierno. Para renacer primero hay que morir.
